EL ORIGEN DEL ACRÓNIMO “ASODOPICA”


Corría el año de 1994 cuando al maestro Faustino Pérez se le ocurrió acuñar un término que identificara a aquel grupo de sujetos, cuya máxima aspiración consiste en aprovecharse de todas las ventajas que ofrecen las actividades sociales. Que conste que esa actitud se puede verificar en cualquier país; y como es lógico, en cada lugar se les conoce por motes diferentes.
Así surgió el acrónimo de ASODOPICA, (ASOCIACIÓN DOMINICANA DE PICADERÓFILOS), para bautizar de forma genérica dichos “diletantes” aparentes.
El vocablo, ya empleado como un dominicanismo más, apareció por primera vez en el libro de Faustino Pérez titulado: “Ese libro se llama...” , pp. 49, en el capítulo: El rey de la “picadera” ataca de nuevo.
Por el criollismo “picadera”, se conocen aquellos aperitivos que se sirven gratuitamente en las exposiciones de arte, en las recepciones de las embajadas, bufés, en las bodas, bautizos, primeras comuniones, puestas en circulación de libros, fiestas privadas, bebentinas barriales, etcétera; y además, a esta lista hay que añadirle los supermercados grandes, donde se pueden degustar ciertos productos.
De la misma manera, hay actividades donde se regalan libros, gorras, bolígrafos, productos nuevos en el mercado, y así por el estilo. Todos estos regalos son vendibles o intecambiables De todos esos beneficios colaterales se aprovechan los de ASODOPICA. Ellos saben que por lo menos, casi siempre, tienen la bebida asegurada; y en el mejor de los casos, cenan o almuerzan gratuitamente. En contadas ocasiones, cuando se “tira la casa por la ventana”, los de ASODOPICA, salen contentos, y sobre todo saciados, de la actividad.
Esto significa que en definitiva, este “gremio” informal lo que pretende es la supervivencia. El fin justifica los medios. A ellos les interesa muy poco la cultura o la sociedad.
Los de ASODOPICA están muy bien organizados: en primer lugar, en el área de la información; ya que se enteran, principalmente en las bibliotecas públicas, de las actividades y actos del día, y consecuentemente se transmiten e intercambian los datos obtenidos. Por otro lado, han de saber quién es quién en la sociedad. El segundo aspecto, es el de persuasión para poder lograr sus objetivos y conseguir las ventajas. Algunos son expertos adulones. Los más osados consiguen entrar hasta en las embajadas, a pesar de las medidas de seguridad. Y en tercer lugar, está el camuflaje, porque ellos saben muy bien, que si andan mal vestidos serían rechazados en muchos círculos sociales. Por ese motivo, los “gremialistas” de ASODOPICA, andan con el saco o la chaqueta en el antebrazo, antes de intentar entrar a la actividad, y luego para acceder se lo ponen.